Paraíso
La lluvia sigue cayendo
sobre la madera impermeable
de mi querido piano heredado.
En este bosque dulce
todos los deseos se han secado
pero el musgo crece
desde los poros húmedos de mi esternón
y los versos gastan el borde más filoso del tiempo
hasta convertirlo en palabras.
La lluvia sigue cayendo
sobre la madera impermeable
de mi querido piano heredado.
En este bosque dulce
todos los deseos se han secado
pero el musgo crece
desde los poros húmedos de mi esternón
y los versos gastan el borde más filoso del tiempo
hasta convertirlo en palabras.
2 comentarios:
Qué tristeza infinita que se sequen los deseos !!!
puede ser... pero a veces son tan molestos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Besones
ceci
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