La voladora

A pesar de tener algunas dudas, decidí volver a probar. El piso de madera era fundamental.
Sabía que el primer o segundo intento fracasaban, pero que en el tercero quedaría suspendida; la fuerza del empeine y los dedos estirados terminarían de ayudarme. Recordar que ya lo había hecho varios cientos de veces antes en sueños, también.
Empecé a girar alrededor de un eje imaginario y de a poco empecé a ascender, impulsándome con energía desde los pies y usando el aire como si fuera la tierra, pero con la consistencia de una nube.
Ya no esperaba volver a caer, es decir : me tuve fe.
Tocar el techo de la enorme habitación fue la prueba irrefutable de mi capacidad para volar.
Jugué en el aire y con él recorrí el espacio dando larguísimos pasos-saltos de bailarina.También pude sentarme en posición de loto y hasta descubrí el modo de hacer la parada de cabeza, o sea, la flotada de cabeza, lo cual me dió fuerzas para mostrarle semejante proeza a mi mamá. No recuerdo comentario alguno de su parte, porque en realidad a esa altura, ya no me interesaba.
En un momento dado tuve miedo de despertarme y haber perdido mi capacidad de vuelo, asi que me desperté y para mi asombro, seguía intacta.
Le pregunté a papá si todas las personas eran capaces de volar, deseando con todas mis fuerzas que respondiera negativamente, pero mi papá murió hace miles de años y yo ya no soy capaz de escucharlo en sueños y me parece que él, tampoco.